Estos cristales podrían durar más que cualquier empaste dental. Es por eso, que las investigaciones previas creen que con este nuevo paso se estaría abriendo la posibilidad de generar soluciones a las personas que sufren las consecuencias de tener una higiene bucal inadecuada.
Esta investigación fue publicada por la revista Dental Materials y centra su objetivo en los más de 122 millones de restauraciones que se han realizado en los Estados Unidos. Además, por medio del mismo se conoció que una persona puede masticar unas 600 mil veces al año, ¿impresionante no?
El vidrio bioactivo
Los componentes del vidrio bioactivo actúan de tal manera en la dentadura que es capaz de interactuar con el cuerpo. Sin embargo, no se ha demostrado aún una respuesta eficaz que lo posibiliten a formar parte de las indumentarias que un odontólogo necesita en su maletín.
El cristal es muy ligero y resistente. Hasta la fecha de hoy solo ha sido aplicado en investigaciones biomédicas, regeneraciones óseas y curación de heridas. Este nuevo proceso, según los estudios previos, es capaz de mostrar la actividad antimicrobiana de los tejidos blandos y duros.
Los químicos que tiene el vidrio bioactivo se mezclan con el óxido de fósforo y el óxido de calcio. Esto crea la posibilidad de que los mismos puedan modificarse y ser más efectiva a las personas que posiblemente necesiten empastes dentales para mejorar su dentadura.
Futuro prometedor
Quizás no lo sabias, pero las bacterias suelen acumularse en los rellenos que se utilizan para subsanar alguna imperfección en los dientes. Esto no pasa con la creación de los cristales bioactivos. Las bacterias evitan el contacto con el vidrio, lo que podría tener un impacto en el futuro de la odontología.
Asimismo, los estudios aseguraron que este tipo de procesos podría reparar defectos periodontales y ayudar a fortalecer la superficie dañada de una pieza dental. Además, se le llama “bioactivo” porque el cuerpo puede sentir y reaccionar a la misma, es decir, no es inerte a otros productos biomédicos.
Los autores principales de esta investigación demostraron que los cristales bioactivos tienen la capacidad de penetrar directamente a las bacterias alrededor de los rellenos. Es decir, las restauraciones que generan en los dientes crean una superficie que es menos susceptible a las caries dentales.
¿Qué esperanza trae?
Los vidrios bioactivos a pesar de que no son utilizados en la actualidad generan grandes expectativas en una rama tan importante como la odontológica. Su capacidad de detener la proliferación de nuevas caries podría ayudar a la creación de nuevos materiales que sean resistentes a estas bacterias.
Con esta investigación se deja constancia que los rellenos dentales no son tan resistente como aparentan. Aun así, les ofrecen soluciones a los pacientes a largo plazo. Habrá que esperar nuevos estudios científicos que den luz verde para que los vidrios bioactivos entren de manera definitiva al mundo de la odontología.
Conclusión
Los grandes cambios que podrían generar los vidrios bioactivos van más allá de una simple investigación. Este nuevo proceso que se desea implementar muestra el poder que tienen lo seres humanos para crear soluciones eficaces que minimicen los procesos complejos que se conocen hoy en día.
Cada uno de los pasos que realizaron los investigadores de la Escuela de Odontológica de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregón se dio con la finalidad de descubrir las nuevas opciones que tienen los profesionales de la odontología para mejorar su técnica de cuido dental. Es por eso, que a medida que pase el tiempo los vidrios bioactivos serán un tema de conversación tan apasionante como el mundial de fútbol.