Cuando las personas se someten a dietas para bajar de peso, les será complicado, mantener una rutina de alimentación saludable después de haber logrado el objetivo de adelgazar. Esto se debe a que sentirán un gran aumento del apetito. La Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, desarrolló un conjunto de estudios, con el fin de averiguar las razones de este hecho.
Diarios como el American Journal of Physiology, Endocrinology and Metabolims, han publicado información sobre los resultados de este estudio que involucró unos 34 pacientes que sufrían de obesidad mórbida, los cuales poseían un estándar de oro en tratamientos de obesidad por un tiempo de 2 años.
¿Cómo fue el tratamiento?
Cuando inició el tratamiento, las personas involucradas, tenían un peso aproximado de 125 kg. Durante unas 3 semanas, los participantes recibieron un tratamiento en un centro especializado en obesidad donde se ejercitaron de forma regular. Les enseñaron los alimentos más saludables y beneficiosos para consumir, fueron atendidos por varios psicólogos y finalmente los sometieron a diversas pruebas, ciclo que se repitió cada 6 meses.
Cuando el estudio finalizó, todos los participantes alcanzaron un promedio de pérdida de peso de alrededor de 11 kg. Todos ellos informaron que el hambre que tenían, era superior a la que poseían antes de iniciar el tratamiento, lo cual fue una sorpresa para la mayoría de los involucrados.
Un gran número de individuos que sufren de obesidad, son capaces ellos mismos de rebajar, incluso sin ningún tipo de ayuda. Sin embargo, los estudios revelaron que solo el 20% de aquellos que intentan perder peso, serán capaces de mantener su nuevo peso de forma saludable, según los investigadores.
Aumento de la grelina: la hormona del hambre
Cuando las personas logran perder algunos kilos, causa que el estómago libere sustancias como por ejemplo la grelina. Esta, es conocida por ser la hormona del hambre, la cual es producida en grandes cantidades, el cual no se ajustará con el tiempo, desafortunadamente.
La mayoría de las personas que participaron en este estudio, manifestaron un nivel alto en la grelina. Lo que en pocas palabras significa, que todos aquellos que perdieron peso, después de sufrir de sobrepeso, tendrán que luchar con esa sensación de tener mucha hambre, por el resto de sus vidas.
Otro mecanismo peligroso para todos aquellos que perdieron peso, es las grandes dosis de energía, ya que poseen cuerpos ligeros y está ya no será necesaria. Pero trae como consecuencia una mayor sensación de hambre ya que naturalmente el organismo intentará recuperar todo el peso que se perdió.
Recomendaciones de los investigadores
Los investigadores recomiendan que todos aquellos que sean tratados por temas de obesidad, la visualicen como una enfermedad crónica. La obesidad será una batalla que se mantendrá durante lo largo de la vida, incluso después de haber logrado perder peso y tener la figura que tanto quiso.
Se recomienda que la obesidad deje de ser tratada como una afección a corto plazo, y que se les brinde la mayor ayuda posible a los pacientes, permitiéndoles que se las arreglen ellos mismos.
