Esto se debe al constante aumento de precio que ha sufrido esta medicina en los últimos años. Lo que ha motivado un gran descontento entre la población que padece esta dolencia y la preocupación de las autoridades legislativas de esta nación.
¿Cómo funciona la insulina?
Un tratamiento a base de insulina tiene como objetivo en una persona diabética, imitar la función del páncreas en una persona sin diabetes. Es decir, con ella se compensa el hecho de que dicho órgano no segrega insulina a lo largo del día, como suele hacerlo en una persona no diabética.
Y esta insulina que se administra a través de un tratamiento se fabrica gracias a la ingeniería genética. Y cuenta con la misma estructura química que la humana. En el mercado hay tres tipos de insulina: De acción rápida, regular y de acción intermedia
Un tratamiento muy costoso
Ahora bien, según estudios y análisis de costos, una persona sin asistencia, puede invertir hasta 2.500 dólares al mes en el control de la diabetes. Una exorbitante cifra, tomando en cuenta que en algunos países europeos, Canadá y México se puede comprar un frasco de insulina por solo 35 dólares.
El problema pone de manifiesto como a pesar de ser considerada la nación más desarrollada del mundo, recibir atención medica en los Estados Unidos, es sumamente costoso. Y en el caso específico de la insulina la situación parece que se ha salido de control.
Esto se evidencia en el hecho de que a partir de los años 90 el costo de esta medicina, ha estado en aumento. Lo que afecta a alrededor de 6 millones de ciudadanos estadounidenses que necesitan de insulina para tener su diabetes controlada.
Actúan las autoridades
Ante todo, este panorama y pensando en encontrar la raíz del problema, los legisladores norteamericanos han propuesto inicia una investigación federal. Esta estaría dirigida especialmente tanto a las compañías que elaboran la insulina como a las encargadas de comercializarla al público.
La intervención del Congreso en el asunto ha sido solicitada por las personas afectadas o sus familiares. Aunque estas aseguraron que lo menos que quieren es que las empresas sean cerradas.
En esencia lo que piden los afectados es que se haga que los empresarios tomen conciencia. ¿Respecto a qué? pues respecto a los incrementos reiterativos en el precio de esta esta importante medicina, que contribuye a mantener vivas a millones de personas.
Y en que, como mientras muchos se llenan los bolsillos a través de la venta de esta, muchas familias, tanto de clase media como pobres luchan día tras día para poder comprar insulina.
“Solo queremos que se den cuenta de que mientras se llevan a casa miles de millones de dólares, millones en los bolsillos de sus presidentes ejecutivos, hay familias estadounidenses de clase media y pobres que están sufriendo”.
La solicitud anterior fue expresada por Nicole Nichols. Una mujer cuyo esposo e hija de 8 años requieren del consumo frecuente de insulina para controlar su diabetes tipo 1.
La dama hizo una petición ante los representantes del Congreso estadounidenses. Y a través de la misma explicó como su pareja, además de cancelar el seguro de salud, debe gastar alrededor de 600 dólares al mes en insulina.
Aunque aclaró que afortunadamente los gastos de la pequeña están cubiertos “en gran parte por el Programa de seguro médico para niños”. Sin embargo, las organizaciones que ayudan a las familias menos favorecidas con la adquisición de insulina se están viendo afectadas por los altos costos.