Caminar a nadie le hace daño, pero caminar con un podómetro media hora diaria es mucho mejor. Esta tarea tan sencilla puede traer en las personas adultas insuperables beneficios para la salud. Los investigadores quedaron satisfechos al medir los resultados de la muestra que usó el podómetro con la otra muestra que no lo usó. Quienes lo usaron resultaron estar con mayor vigorosidad y entusiasmo que quienes no en 12 semanas después.
¿Quiénes fueron los estudiosos?
Los investigadores del efecto del podómetro son parte de un equipo perteneciente a la Universidad de St. George’s. Ellos diseñaron el programa con técnicas de cambio de conducta para personas adultas con una observación de 12 semanas. Este estudio contó con 1.023 participantes, pacientes de atención primaria reclutados de enfermería. Todos inactivos en edades comprendidas entre 45 y 75 años.
Tres años después los participantes de los grupos de asesoramiento postal y enfermerías que usaron podómetros estaban dinámicos. Estos participantes fueron sujetos activos en otras técnicas de 24 a 48 minutos diarios con actividad física, alternando moderación y vigorosidad en sus pasos. La idea fue llevarlos a sesiones de 10 min con 600 pasos adicionales diarios, en comparación con el otro grupo de la muestra.
Luego, tomaron otra muestra de 298 pacientes de la misma atención primaria que estaban en el grupo de 60-75 años y los reclutaron como participantes en tres nuevas 3 prácticas. A los 4 años del seguimiento identificaron que los otros participantes del departamento de enfermeras seguían en estudio para 33 minutos de extra actividad física moderada- vigorosa. Esta prueba fue no por día, como la anterior, sino por semana en sesiones de 10 minutos diarios y 400 pasos adicionales que el otro grupo en comparación.
Conclusión
Los resultados permitieron dar fe en las bondades que trae para los adultos el uso del podómetro como herramienta para activar el comportamiento en vías de una mejor salud. Los beneficios que se demostraron fueron a corto plazo y esto es de gran satisfacción, ya que se trata de pacientes con edades maduras.
Quedó evidenciado que los podómetros ejercen en los usuarios un poder de estimulación para la actividad física. Esta actividad es beneficiosa para acabar con la desmotivación a ejercitar el cuerpo luego de llegar a los “años dorados”. Estos beneficios son a corto plazo, pero se debe considerar que para unos mejores resultados a largo o mediano plazo es indispensable la ejecución de un esfuerzo físico consecutivo.
Con este estudio se demostró que las intervenciones cortas y sencillas son viables para que los adultos podamos caminar usando el podómetro y controlarnos con una actividad física medida con un grado de mayor objetividad. Para este estudio fueron necesarios el paso de 3-4 años para apreciar respuestas. Por su parte los usuarios que fueron tomados como objeto a estudio continuaron aumentando poco a poco su interés por la saludable actividad física.
Leyendo entre líneas no expresadas, mientras más busquemos ejercitarnos en esta época madura, más energía llega a nosotros para motivarnos a continuar con moderados a vigorosos movimientos en nuestro cuerpo. La idea es que sin o con el podómetro, nuestro cuerpo se ejercite para mantener sanos a nuestros músculos y activo a nuestro cerebro.